La Biblia hebrea, como también todas las versiones antiguas, llaman a este libro “Jueces.”En la cultura hebrea, un “juez”no sólo era una figura judicial sino también un líder en muchas otras áreas, inclusive en el ejército y en puestos administrativos; por tanto, un término más descriptivo para el libro sería “libertadores”o “salvadores.”En este libro se encuentran algunos de los acontecimientos más emocionantes y dramáticos de las Escrituras.
El período histórico de los jueces se extiende desde Josué y los ancianos hasta el reinado de Saúl. Después de la muerte de Josué (1390 a.C.) los ancianos continuaron gobernando por cerca de 15 años, lo que da la fecha de alrededor del año 1375 a.C. como el principio del período de los jueces. Puesto que Saúl llegó a ser rey el año 1050 a.C., esto da un período no mayor de 325 años de administración bajo los jueces.
Los detalles que fueron escogidos para ser incluidos en este libro demuestran una filosofía específica de ese período histórico, que puede resumirse en cuatro etapas: 1) Pecado. Este se describe en palabras tales como: “Y los hijos de Israel hicieron lo que era malo a la vista del Señor.”2) Esclavitud. La Biblia dice acerca del Señor, que “El los entregó en las manos de…[tal enemigo].”A menudo la esclavitud se define aún más: “y los hijos de Israel sirvieron a…[el nombre del enemigo] por…años”y se dice el número de años. 3) Súplica. “Y cuando los hijos de Israel clamaron al Señor, …”Esta etapa a menudo es ampliada y explicada. 4) Liberación. Esto se refiere sólo a la liberación política y militar. Esta etapa describe el llamamiento de un juez para que libere al pueblo: “El Señor levantó un libertador para ellos”y luego se da el nombre del libertador.
Después de la introducción (1:1-3:6), la parte principal del libro presenta trece jueces, de los cuales seis (o siete si Débora y Barac se cuentan separadamente) son los más importantes y otros seis son secundarios (3:7-16:31). Los jueces importantes se listan en el cuadro siguiente.
Los siete jueces secundarios están intercalados entre ellos, y son: Samgar, el juez de la aguijada (entre Aod y Débora); Tola, juez de Isacar (entre Gedeón y Jefté); Jair, juez de Galaad (después de Tola, entre Gedeón y Jefté); Ibzán, juez de Belén (entre Jefté y Sansón); Elón, juez de Zabulón (después de Ibzán, entre Jefté y Sansón); Abdón, juez familiar (después de Elón, entre Jefté y Sansón).
El libro de los Jueces concluye con dos narrativas que demuestra la inmoralidad de esos tiempos (17:1-21:25). La primera, implica la migración de los hijos de Dan y Micaía y sus ídolos (17:1-18:31). La segunda, habla de la casi total destrucción de la tribu de Benjamín por las otras tribus israelitas y del intento de encontrar esposas para los 600 benjamitas que fueron perdonados (19:1-21:25).
Debido a que no había rey [un líder espiritual fuerte] cada uno hacía lo que era correcto a sus propios ojos (17:6; 18:1; 19:1; 21:25). La lección que el libro de los Jueces tiene para los cristianos de la actualidad es que una saludable responsabilidad en la vida personal ayuda a mantenerse correctamente en la senda espiritual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario