Panorama de la Carta de Filemón

 Durante su arresto domiciliario en Roma, el apóstol Pablo tenía la libertad de recibir visitas (Hch 28:16, 30). Un día un esclavo fugitivo apareció a la puerta. Millones de esclavos, casi la tercera parte de la población, estaban dispersados a través del imperio romano. La ciudad imperial, con su multitud de habitantes, era un lugar ideal adonde podía huir un criminal que confrontaba la pena de muerte bajo la ley romana.

No se sabe cómo este esclavo, nativo de Frigia, encontró a Pablo. Pablo le habló de la fe en Cristo (1:10); y habiendo abandonado su vida pasada llegó a ser un ayudante valioso para el apóstol (1:11, 13). Los dos pronto concordaron que Onésimo debiera regresar a su amo (1:12). El potencial para el beneficio de su amo, Filemón (1:11, 15, 16) y para Pablo (1:11, 13, 16, 20), era enorme. Qué hacer con Onésimo, si retenerlo o regresarlo, fue dejado a discreción de Filemón (1:14). Se le pidió a Filemón que perdonara y restaurara a Onésimo al compañerismo como un hermano cristiano (1:17-18, 21). Estos asuntos proporcionaron la ocasión para esta carta de Pablo, una de las más personales (1:1, 9, 19).

El apóstol menciona su encarcelamiento (1:1, 9, 10, 13, 23) y su anticipada liberación (1:22). El dirigió esta breve carta a su amigo y convertido suyo, Filemón (1:1, 19), a su esposa Apia (1:2), a Arquipo, hijo de ellos y pastor de la iglesia (1:2; Col 4:17) y a la congregación entera que se reunía en su hogar (1:2). Es claro que la casa de Filemón estaba en Colosas (Col. 4:9, 17) por las personas mencionadas en ambas cartas (Timoteo, 1:1, Col. 1:1; Epafras, 1:23; Col 4:12; Marcos y Aristarco, 1:24; Col. 4:10; y Demas y Lucas, 1:24; Col. 4:14). Escrita en el año 60 d.C., esta carta fue llevada junto con la de los colosenses por Tíquico y Onésimo (Col. 4:7-9).

La petición de Pablo es hecha por medio de varios argumentos persuasivos: su nombre y su edad (1:9), su encarcelamiento (mencionado cinco veces), su relación con Onésimo (1:10) y con Filemón (1:1, 19) y la esperanza de que Filemón le ocasione alegría adicional (1:20). La carta de Pablo muestra cómo la gracia perdonadora de Dios proporciona el motivo suficiente para que los creyentes perdonen y restauren genuinamente a los que les traten mal (1:3, 25).

Filemón era uno de varios dueños de esclavos en la iglesia de Colosas (Col. 4:1), así que esta carta, dirigida al grupo entero de creyentes, instruiría tanto a amos como a esclavos. Después del saludo inicial (1:1-3), Pablo expone su petición en una manera cuádruple: 1) Su fundamento está en el amor (1:4-5a, 7) y la fe (1:5b-6) de Filemón hacia Dios y hacia otros; 2) su nombre sugiere “afecto”; 3) la petición de Pablo se clarifica como un deseo urgente (1:9) y no como exigente demanda (1:8); 4) se menciona el enfoque de la petición (1:10) y su nueva naturaleza, es anunciada (1:11-13). Por medio de la gracia de Dios, ahora Onésimo, cuyo nombre significa “provechoso”, puede vivir de acuerdo a su nombre. Lo justo de la petición de Pablo está basada en el consentimiento espontáneo de Filemón (1:14), en la soberanía del control de Dios (1:15-16) y en la seguridad de la compensación prometida por Pablo (1:17-20). El futuro de la petición anticipa la obediencia generosa de Filemón (1:21) y el continuo contacto de Pablo (1:22). Pablo concluye esta carta con saludos calurosos (1:23-25).

Las Escrituras no dan ninguna información acerca de la respuesta de Filemón a la súplica de Pablo a favor de Onésimo. Hay una tradición que dice que Filemón recibió a su esclavo, tomó el consejo de Pablo y dio a Onésimo su libertad. Otra tradición dice que Onésimo llegó a ser obispo de la iglesia en Berea, la cual fue fundada por Pablo y su equipo (Hch 17:10-15).

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