¿Cómo se desarrolla una sabia disciplina personal? ¿Cómo pueden hacerse decisiones sabias? ¿Cómo puede el creyente desarrollar relaciones saludables? ¿Cómo puede planearse las actividades de la vida? El libro de Proverbios trata estos y otros asuntos con la sabiduría que en última instancia se personifica en Jesucristo (1 Co 1:30; Stg 3:7).
El título, “Los Proverbios,” es una traducción de una palabra hebrea cuya raíz significa “ser como, semejante, paralelo,” lo que sugiere que la enseñanza de un proverbio a menudo se basa sobre una comparación o contraste. Un proverbio puede definirse como una idea profunda en forma destilada; estas pepitas de verdades en cápsula se usan para dar guía en la conducta moral y espiritual, en forma eficaz.
Los proverbios bíblicos son de cinco categorías. 1) Un proverbio histórico es un acontecimiento del pasado que ha llegado a ser un dicho popular. Por ejemplo, “¿Saúl también entre los profetas?”(1 S 10:12). El libro de Proverbios no parece contener ningún proverbio de este tipo. 2) Los proverbios metafóricos son los más comunes en este libro, los cuales enseñan la verdad utilizando comparación, o más a menudo, contraste (cp. la mayor parte del cap. 10). 3) Un enigma presenta ya sea adivinanzas o cuestiones crípticas. Varios ejemplos de enigmas se encuentran en Proverbios (30:15-33). 4) Un proverbio en parábola presenta la verdad en forma de alegoría; la personificación de la sabiduría ilustra esto (1:20-2:22). 5) Un proverbio didáctico da información e instrucción explícita acerca de cómo actuar en ciertas situaciones. En este libro se encuentran muchos de tales proverbios (1:8-9:18).
Salomón compuso 3000 proverbios (2 R 4:32), de los cuales más de 500 son preservados en este libro. También se mencionan otros autores. Nada se sabe de “los sabios”(22:17; 24:23), a menos que sean los “hombres de Ezequías” que transcribieron la obra de Salomón (25:1-29:27). Agur (30:1) y Lemuel (31:1) tampoco son conocidos, a menos que sean otros nombres de Salomón.
El libro de Proverbios es de mucho beneficio cuando se lee cuidadosamente porque fue escrito “para aprender sabiduría e instrucción, para discernir dichos profundos, para recibir instrucción en sabia conducta, justicia, juicio y equidad; para dar a los simples prudencia, y a los jóvenes conocimiento y discreción.”(1:2-4). Es importante que estos valores sean transferidos de una generación a otra. Salomón enfatiza cómo él le pasó a su hijo Roboam la sabiduría que él había recibido de sus padres, David y Betsabé (4:1-4). También es honrada la influencia de la madre de Lemuel (31:1).
El mejor consejo jamás dado es digno de ser seguido por todos: “Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas”(3:5-6).
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