Panorama de Tito

 “Quédate donde yo te dejé, termina de organizar las cosas y designa líderes en cada ciudad. ”No es necesariamente una agradable descripción de trabajo, aun cuando sea en una isla del Mediterráneo. Esta fue la tarea dada por el apóstol Pablo (1:1, 5) al destinatario de esta carta, cuyo nombre se menciona trece veces en las cartas de Pablo (1:4; 2 Co 2:13; 7:6, 13, 14; 8:6, 16, 23; 12:18; Gá 2:1, 3; 2 Ti 4:12).

¿Qué se sabe acerca de Tito (Gá 2:3)? El fue llevado a Cristo por Pablo (1:4) y se desarrolló como un joven cristiano (Hch 11:25, 26) en Antioquía, Siria. De allí asistió al primer concilio de la iglesia en Jerusalén con Pablo y Bernabé (Hch 15:2). Como un ayudante valioso, él viajó con Pablo en algunos de sus viajes misioneros (2 Co 8:23), incluyendo una visita a Creta (1:5). Después de finalizar su misión en Creta donde Pablo lo había dejado, Tito llevó el evangelio a Dalmacia (2 Ti 4:10), parte de la actual Yugoslavia.

Esta carta pudo haberse escrito desde Nicópolis; por lo menos Pablo quería reunirse allí con Tito cuando su reemplazo llegara a Creta (3:12). Pablo escribió la carta en el año 64 o 65 d.C., entre su primer y segundo encarcelamiento romano. La carta fue enviada a Tito con Zenas, un intérprete de la ley y Apolos, un talentoso orador (3:13).

No tenemos informes específicos acerca del establecimiento de iglesias en la isla de Creta. Había cretenses en Jerusalén que oyeron predicar a Pedro en el día de Pentecostés (Hch 2:11). Algunos de ellos pudieran haber estado entre los convertidos ese día (Hch 2:41), y llevaron el evangelio a sus ciudades. La tarea dada a Tito por el apóstol hubiera sido un gran reto para cualquiera. Tito y todos los lectores futuros son alentados por la certidumbre de que la misma gracia de Dios que trae la salvación, también ayuda a los creyentes a mantenerse firmes en su esperanza en tiempos difíciles (2:11; 3:7). A Tito se le da una tarea en las iglesias (1:5) que incluía designar la clase correcta de líderes (1:6-9) y censurar la clase incorrecta (1:10-16). El estaba familiarizado con varios tipos de maestros de herejías por sus viajes con Pablo, especialmente los judíos que querían que los creyentes gentiles guardaran la ley (2:10, 14).

Tito debía enseñar a los cristianos cómo demostrar su fe en el hogar y en la familia. Recibe instrucciones especialmente para hombres mayores de edad (2:2) y los jóvenes (2:6-8). Hay mensaje para mujeres mayores de edad (2:3) y las jóvenes (2:4, 5), así como para los siervos (2:9, 10). La razón de toda esta buena enseñanza se encuentra en la gracia salvadora de Dios y en la esperanza del regreso de Cristo (2:11-14).

La responsabilidad final de Tito se relaciona con el testimonio que dará al mundo (3:8). Pablo escribe acerca del contenido del testimonio cristiano, tanto en conducta (3:1-3) como en creencia (3:4-7). Tito debe advertir a los creyentes con respecto a cosas que los alejan de su testimonio (3:9-11).

El aprecio de Pablo por el amor de los obreros cristianos (3:15) se menciona al expresar sus saludos finales (3:12-15). Esta carta sirve como un modelo excelente para todo creyente cuyo interés es ser un testigo fiel en la iglesia, en el hogar y en el mundo. Dios desea que sus hijos den un buen testimonio de su fe en estos tres importantes aspectos.

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