El segundo Evangelio es una narrativa que muestra una rápida sucesión de eventos en la vida de Jesús. Es el más corto de los Evangelios con la menor cantidad de material exclusivo. La mención de Rufo (15:21; cp. Ro 16:13) sugiere que el libro de Marcos fue escrito para romanos, además del uso de palabras latinas (5:9; 6:27; 12:42; 15:16, 39). Las horas se expresan al estilo romano (6:48; 13:35) y las costumbres judías son explicadas (7:3, 4; 14:12; 15:42). Puesto que el libro se escribió en griego, las expresiones de otros idiomas se traducen al griego (3:17; 5:41; 7:11, 34; 14:36; cp. Ro 8:15).
Marcos era primo de Bernabé (Col 4:10), con quien viajó de Jerusalén a Antioquía (Hch 12:25). Acompañó a Pablo y Bernabé en una parte de un viaje misionero (Hch 13:5, 13). Después él laboró con Bernabé en Chipre (Hch 15:36-39). Marcos escribió este Evangelio antes de la destrucción del templo en Jerusalén el año 70 d.C. (13:2). Probablemente lo escribió en Roma cerca del tiempo de la muerte de Pedro en el 67 o 68 d.C.
Marcos estaba familiarizado con apóstoles como Pedro y Pablo y con maestros como Bernabé; también había visto al Señor. El joven que se escapó cuando el arresto de Jesús, exclusivo en este Evangelio (14:51, 52), muy bien pudo haber sido Marcos. Con este tipo de ricas experiencias él escribió su narrativa. La espina dorsal del Evangelio de Marcos, la autoridad divina del Siervo sobre la enfermedad, actividad demoníaca y las cosas creadas, es evidente en cada página. De los veintiún milagros registrados, veinte se encuentran en los primeros diez capítulos.
Después del anuncio de Jesucristo, el Siervo de Dios, por Isaías (1:1-3) y Juan el Bautista (1:4-8) y su confirmación por Dios (1:9-11) y los ángeles (1:12, 13; cp. 1 Ti 3:16), Marcos dedica la mayor parte de su material al ministerio de los milagros de Jesús (1:14-10:52). Sigue la maravillosa narrativa de sus juicios y muerte (11:1-15:47) con un relato cronológico del Siervo de Dios haciendo expiación por el pecado humano. El libro concluye con el Siervo resucitado. Marcos registra algunos acontecimientos de los últimos cuarenta días de Jesús en la tierra (16:1-20), incluyendo el mandamiento a sus seguidores de ser testigos suyos alrededor del mundo (16:15).
El Evangelio de Marcos es de mucho estímulo para los cristianos, especialmente en la experiencia de sufrir por la fe (1:12, 13; 3:22, 30: 8:34-38; 10:29, 30, 33, 34, 45; 13:8, 11-13). El Siervo en este libro es el Hijo de Dios (1:1; 3:11; 5:7; 14:61, 62a; 15:39) y El es también Hombre, con experiencias humanas como suspirar (7:34; 8:12), asombrarse (6:6), tener hambre (11:12) y cansarse (6:31). ¡Hay un Salvador en el cielo que sabe lo que es la vida en la tierra!
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