El título en hebreo se deriva del primer versículo del libro: “Estos son los nombres de”, a menudo abreviado, “Los Nombres.” La palabra “éxodo” proviene del griego y significa “salida”; y un tema principal del libro es la salida de la nación de Israel de la esclavitud en Egipto.
El libro de Éxodo introduce a Moisés. Es interesante notar cómo Dios lo protegió de la muerte decretada por Faraón y lo puso en el palacio de Egipto para prepararlo para la tarea que tenía para él (2:1-10). Después de haber vivido cuarenta años en la casa real, Moisés se vio obligado a huir a Madián, donde se casó y llegó a ser pastor de las ovejas de su suegro (2:15-22). Estando allí fue confrontado cara a cara con Dios en una zarza ardiente en un área desértica del monte Horeb, donde fue comisionado a sacar la nación de Israel de la esclavitud (3:1-12). Después de haberse resistido brevemente, junto con su hermano Aarón se presenta ante los israelitas como su líder; sus credenciales fueron aceptadas por los ancianos del pueblo (4:27-31).
En los cap. 7 al 12 se describen varias confrontaciones que Moisés tuvo con Faraón durante las cuales Egipto experimentó varias plagas; éstas eran juicios divinos contra Egipto. Tales juicios también demostraron la inutilidad de las falsas deidades egipcias. Cada una de las plagas atacó un área donde se suponía que los dioses egipcios eran fuertes. Dios no tan solo usó las plagas para liberar a Israel de la tierra donde eran esclavos, también utilizó otras grandes demostraciones de poder. La última plaga fue la muerte de los primogénitos de cada familia egipcia; Dios instruyó a los israelitas a celebrar la Pascua como un recordatorio por haber sido librados de esta plaga (12:1-36).
Al fin, Faraón consintió en permitir que el pueblo saliera. Sin embargo, al verse sin sus esclavos, de inmediato persiguió a los israelitas quienes quedaron atrapados entre el ejército egipcio y el mar (14:1-12). Pero Dios realizó un milagro para rescatar a su pueblo (14:21-31). De camino al monte Sinaí, el pueblo se quejó por falta de alimento (16:1-3), y Dios se lo proporcionó (16:13-21). Luego se quejaron por falta de agua (17:1-3), y Dios se la proporcionó (17:4-7). Cuando llegaron al monte Sinaí, Dios hizo un pacto con Moisés que inauguró una nueva manera de vida para Israel bajo las leyes de Dios. Pero estando aun Moisés en la cumbre del monte recibiendo la ley, el pueblo se rebeló al haber hecho un becerro de oro (32:1-10), un ídolo que Aarón se vio obligado a confeccionarles. Después de la purificación del pueblo por causa de esta idolatría, Moisés los dirigió en la construcción del tabernáculo. La parte final del libro describe la construcción en sí del tabernáculo, cuyo diseño claramente señala las características y la obra de Cristo, el Mesías que vendría.
El libro de Éxodo describe cómo los israelitas llegaron a estar bajo el pacto de la ley mosaica. Registra el dar de la ley, mucho del contenido de la misma y las provisiones para la adoración en el tabernáculo durante los años en el desierto. Este libro hace que los cristianos recuerden que la salvación de Dios no sólo libera de la esclavitud del pecado, sino que también los habilita a conocer su voluntad y experimentar su presencia en la vida diaria.
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