Había cuatro tipos diferentes de pactos que eran comunes en el Antiguo Oriente:
Pacto de soberanía. En los pactos de soberanía un superior ataba a un inferior a obligaciones definidas por el superior.
Pacto de igualdad. En los pactos de igualdad dos personas de igual posición social o política se comprometían mutuamente por un juramento. Un ejemplo en el AT es el pacto entre Labán y Jacob (Gén. 31:44–50).
Pacto de protección. Este es el tipo de pacto en el que la parte en posición superior se comprometía a sí mismo a ciertas obligaciones para el beneficio de un inferior. Un ejemplo de pacto de protección en el AT es el pacto entre Abraham y Jehová (Gén. 15:1–21; 17:1–8).
Pacto promisorio. Este es el tipo de pacto en el cual dos partes establecían una nueva relación para garantizar el desarrollo futuro de las obligaciones estipuladas. Un ejemplo de pacto promisorio es el pacto entre Josías y el pueblo de Judá (2 Rey. 23:1–3).
DEUTERONOMIO Y LA FORMA DEL PACTO
La forma del pacto establecido con Israel en el monte Sinaí tiene su paralelo con los pactos de soberanía. Estos pactos, muy conocidos en el Antiguo Oriente, fueron muy comunes en el segundo milenio a. de J.C. Estos pactos eran establecidos por el rey de una nación victoriosa con el rey de una nación conquistada. El Imperio Hitita de la Edad de Bronce tardía (1400–1200 a. de J.C.) provee un material amplio que contribuye para el estudio de las tradiciones del pacto de Israel. Los pactos que son más importantes son aquellos tratados internacionales que regulan las relaciones entre dos unidades sociales o políticas distintas.
El pacto de soberanía incluye un preámbulo donde el gran rey se identifica a sí mismo. En el pacto con Israel, el gran rey es Jehová: "Yo soy Jehová tu Dios" (Deut. 5:6). El pacto contiene un prólogo histórico en el cual se mencionan los actos de benevolencia que el gran rey ha hecho para con su vasallo. Jehová dijo: "[Yo] te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud" (Deut. 5:6). El pacto de soberanía incluye las estipulaciones del pacto. Esta sección contiene las obligaciones a las que el vasallo se comprometía a sí mismo al aceptar el pacto, como había sido estipulado por el gran rey. Hay dos tipos de estipulaciones que el vasallo tenía que obedecer: el primer tipo eran las estipulaciones hacia el gran rey. En el Decálogo estas estipulaciones son los primeros cuatro mandamientos donde Israel se compromete a servir a Dios fielmente (Deut. 5:7–15). El segundo tipo eran las estipulaciones hacia los miembros de la comunidad. Esta sección del pacto provee varias leyes y estipulaciones designadas para mantener la paz y la armonía en la comunidad. En el Decálogo, estas estipulaciones son los mandamientos quinto hasta el décimo, los cuales demandan que cada israelita se comprometa a respetar a su prójimo (Deut. 5:16–21).
En el Oriente Antiguo, la tradición exigía que los pactos fueran preservados en forma escrita. Una copia del pacto debía ser depositada en el santuario del vasallo y otra copia en el santuario del gran rey. En Deut. 5:22 se dice que el Decálogo fue escrito en dos tablas de piedra, posiblemente la original y una copia del pacto. Según Deuteronomio 10:1–2, el Decálogo fue puesto en el arca del pacto, el santuario portátil de Jehová.
Los pactos antiguos incluían el requisito de que el vasallo tenía que leer el pacto públicamente en intervalos estipulados, de una a cuatro veces por año. En Deuteronomio 16:16 está establecido que cada israelita debía presentarse ante Jehová tres veces al año. En Deuteronomio 31:10–13 se estipula que cada siete años el pacto debía ser leído al pueblo. Es posible que la fiesta de Año Nuevo en Israel incluía una ceremonia de renovación del pacto.
Los pactos también tenían un valor jurídico. Por esta razón el pacto era ratificado en la presencia de testigos. En el AT los cielos y la tierra son llamados como testigos de Dios (Deut. 32:1; Isa. 1:2; Miq. 1:2; 6:1–2). El pueblo mismo servía también como testigo de su declaración de obediencia (Jos. 24:22). El pacto terminaba con una lista de bendiciones y maldiciones. Esta sección del pacto consistía en una lista de bienes y calamidades que Jehová prometía traer sobre Israel por su obediencia o desobediencia. Las bendiciones eran promesas de protección divina, fertilidad del vientre y de la tierra, salud, prosperidad, y paz (Deut. 28:1–14). Las maldiciones consistían en calamidades, opresión, destrucción de la nación, esterilidad, miseria, pobreza, plagas, y hambrunas (Deut. 27:11–26; 28:15–68).
LEYES ISRAELITAS
Las leyes que aparecen en el libro de Deuteronomio son clasificadas bajos dos tipos: leyes apodícticas y leyes casuísticas.
Ley apodíctica. La ley apodíctica es autoritativa, ley incondicional que prohíbe cierta clase de conductas humanas u ordena ciertas leyes que Israel está supuesto a obedecer. La ley apodíctica se expresaba en tres formas diferentes. El primer tipo empieza con un "no" imperativo. Este tipo de ley se encuentra en el Decálogo: "No cometerás homicidio" (Deut. 5:17); "no robarás" (Deut. 5:19). Frecuentemente la ley apodíctica comienza con la palabras "aquel que..." o "cualquiera que..." (ver Deut. 13:6–16).
Ley casuística. El otro tipo de ley es la ley casuística. La ley casuística o derecho condicional se refiere a las decisiones de las cortes de Israel. Estas legislaciones provienen del sistema de justicia, el cual proveía decisiones sobre situaciones específicas que surgían en la vida de la comunidad. Estas situaciones son introducidas por un "si" condicional que es seguido por una cláusula de consecuencia, la cual expresa el castigo o consecuencia de un acto (vea Deut. 21:15–23).
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